martes, 16 de febrero de 2010

Asimétrica e imperfectamente feliz (tristemente feliz)

La verdad de todo esto es que gracias a las mentiras nos damos cuenta más que nunca de que nada ni nadie es perfecto. Es doloroso pero es real, algo que existe y que se debe asummir.
¿Y qué si me duele? Yo te quiero sabiendo cómo eres, porque eres tú y porque eres quien se ha ganado mi corazón con todos tus actos, buenos y malos, porque no hay nada peor que estar enamorada de una ilusión y tú para mí eres una realidad.
La realidad de que tu imperfección me hace a mí, que también soy imperfecta, imperfectamente feliz.
Y eso es algo que solo tú puedes lograr.
Otra de las cosas que dices es que la felicidad no existe pues...
La perfecta simetría tampoco.
¿Y qué mas da? Tanto tú como yo podríamos habernos ido y sin embargo seguimos aquí, eso tiene un signficado, ¿para qué darle más vueltas?
Contigo soy feliz.

jueves, 11 de febrero de 2010

En realidad la perfecta simetria no existe

Engañada, decepcionada, desilusionada, defraudada, descorazonada, timada, mentira, estafada y desorientada.

Siempre que me ha pasado algo malo con alguna persona la respuesta ha sido un fácil "quien siembra recoge", yo sembraba -erraba-, y me hacian recoger lo que me merecía. Hacía daño a una persona y esa persona me lo devolvía, se supone que eso es lo justo, ¿no?

"¿Que he hecho yo para merecer esto?" es una pregunta muy típica y algo melodramática, pero en este caso no es falsa. Me han hecho daño aun habiéndome roto por ver una sonrisa en unos labios que ni siquiera eran los míos. Y esos mismos labios me han mentido y engañado, aunque por lo menos han seguido sonriendo hasta que me he enterado.
Por una vez en mi vida no he sido una egoísta y he preferido mirar por otra persona antes que por mí: amor.
Las chicas buenas no van a ninguna parte, debería de haberlo recordado.

¿Qué puedo hacer? ¿Ojo por ojo y diente por diente? No tengo porqué hacer daño yo tambien, lo que ha pasado ha pasado, ya no se puede hacer nada.
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Al acusado:

¿Mi pecado? Ser ingenua e ignorante. ¿Tu pecado? El único pecado que se te puede adjudicar es que aun sabiendo que en la realidad nada te ataba a mí te arriesgabas a hacerme daño: te dio igual. Yo en ningún momento he querido dañarte, ¿dónde se ha escondido la reciprocidad? ¿Y la sinceridad? Si quieres a alguien lo último que deseas es hacerle triste, no te escondas y da la cara, al final ha sido peor. No es lo mismo ver triste a alguien que hacer triste a alguien. A ti no te importaba hacerme triste, lo que querías es no verme triste... cobarde.
En cierto modo he recibido lo que qería, siempre dije que cada uno tiene su vida, y puede hacer con ella lo que le dé la gana "¿pero a qué precio?" a ti te gusta decir eso y ahora empiezo a entenderlo.

Mi tozudez podría compararse con algo maquiavélico, y si yo soy Maquiavelo y mi fin -que es tu sonrisa- justifica los medios -nuestros medios, los tuyos en este caso- Maquiavelo ha salido escaldado.

Odio vivir en la ignorancia, tu crimen ha sido simplemente mantenerme en ella. Es lo único denunciable, pero puedes estar tranquilo, no voy a llevarte a juicio, me has embaucado demasiado bien, enhorabuena, aunque embaucar sea una de tus especialidades.

Te felicito: al final siempre consigues lo que quieres.

viernes, 5 de febrero de 2010